jueves, 29 de marzo de 2012

A Emilia:

"Ideas soberbias e insolentes, para el resto claro...
Me gustaría que fueses como el cielo: brillante de noche, cargada de estrellas, protegida por ti misma, imponente, insolente frente a los mortales e inspiradora de los sabios.
Que fueses como las balas: ágil, fugaz, penetrante y de pólvora ardiente...
Quien se te cruce, sabrá que eres tú: por tu voz, por tu pólvora ardiendo, por como solfeas el aire al pasar... simplemente con tu nombre.
Que fueses como el tiempo: sin tiempo, porque hoy es tu tiempo, el mío ya fue, y sólo el pasado mañana me pertenece...
Que atormentes a la humanidad:… Los tendrás bajo tu yugo, pues tú serás la ama y señora. Sólo tú sabrás como eliminar a cada uno de una forma justa.
Que seas lo que no alcancé a ser:… PERFECTO;… que los errores no te aplasten, todo tiene solución, incluso la muerte…... La inmortalidad.… Intenta no buscarla, cuando logres la felicidad plena, la inmortalidad llegara sola, por el simple hecho de que naciste para ser dueña de tu destino….

POR EL SIMPLE HECHO DE SER MI NIÑA."

[Escrito el día 12 junio 2007]

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