viernes, 1 de enero de 2010

Culo deplorado

La noche era primaveral,
vestía de negro.
Pareciese que asistiría a un velorio,
claro...
De no ser porque bajo ese abrigo
no había nada más,
nada más que su cuerpo semi desnudo.
Tenia voz suave,
pero ha de gemir como ninguna.
Perfume caro,
lencería barata,
cara de inocente,
cara de asustada,
cara de pregunta.
Sus ojos invitaban al deseo y pasión,
la calle oscura cobijaba el miedo,
abrazaba su culo deplorado,
su culo perverso...
Sediento de semen y nalgadas.
Hasta que la muchacha dijo:
¿Deseas algún servicio?
sólo ahí me percate que
no era “mujer”.

No hay comentarios: